jueves, 24 de mayo de 2012

Acerca del hábito de "copiar" durante una prueba o examen

Hoy día revelaré algunos de mis secretillos para detectar alumnos en cosas raras durante un examen o prueba.
Justamente estaba en clases ayer tomando una prueba a un grupo de alrededor de 40 alumnas.
Cuando recién se les entrega la prueba es el momento más tranquilo para un profesor, sabe que las probabilidades de alumnos copiando son bajisimas. Todo el mundo está mirando con atención la prueba recibida; los que saben para calcular qué tan rápido la terminarán y los que no estudiaron, para ver cuánto podrán responder.
Sin embargo, hay un grupo que prefiere "burlar el sistema", "pasar a la manera fácil", "tomar un atajo", o bien derechamente disfrazar la verguenza de saber tan poco que no soportarían el recibir un examen corregido con nota bajisima.
Lo interesante es que el cuerpo habla, como diría Martin Gore en su "when the body speaks")... y sí que habla con credibilidad el cuerpo. Hace poco leí un artículo donde revelaban las estadisticas respecto a la percepción del lenguaje corporal durante una conversación. Los resultados eran sorprendentes y se resumen en que Uno cree menos de la mitad de lo que escucha y el 80% restante lo "lee" del lenguaje corporal. Fascinante. No, no tanto, no era en realidad algo que no supiera, pero ya saben, todo con números y la palabra "estadísticas" suena muy creíble! ;)
Y hoy ví una exquisita manifestación no verbal del cuerpo en una de mis alumnas (en realidad en 3) durante la prueba que debían rendirme hoy: esa manifestación consiste en una serie de señales, movimientos y actitudes típicas que la praxis -sin duda- perfecciona.
Para empezar,
*¿dónde se sientan los estudiantes que desean copiar?
(yo lo hacía atrás) Mi experiencia en aula me dice normalmente atrás, pero más en serio, por una razón bien lógica: el copiar requiere no ser detectado, no ser detectado significa estar lejos de la vigilancia, o en su defecto, bloqueando la "visual". Conclusión lógica simple? atrás.
>Y... a su vez uno como profe al iniciar la prueba sabe que tendrá que concentrar su vigilancia en la parte posterior y media despreocuparse un poco de los alumnos sentados adelante.
Aquellos de adelante parece que están tan seguros que terminarán rápido que quisieron sentarse cerca de la puerta... aunque también puede ser el otro extremo: los que saben tan poco que saben será vergonzoso salir y por eso "que sea lo antes posible".
Pero uno conoce a sus alumnos, por lo general los de adelante no darán problemas, el sólo hecho de pensar que si quisieran copiar necesitarían tener más de una alternativa (el compañero de adelante, de atrás, del lado y del otro lado...) para asegurarse de recibir una segunda opinión como se debe hacer con los veterinarios además. Pero al estar sentado adelante se pierde gran parte de las opciones.
Cuando uno va a copiar hay nerviosismo. Mal disimulado, por lo general. Es un sudor frío, tenso, sobretodo tenso porque uno en vez de concentrarse en responder el examen, debe concentrar energías en ver que no esté bajo el rango visual del profesor y además tratar de obtener la información alrededor.
Esta tensión suele manifestarse bien burdamente: si la persona escondió apuntes en su palma, la mantendrá anormalmente oculta durante la prueba. Pero hay formas bien simples de hacerles mostrar la palma sin que sen cuenta... ;)
Si tienen escondido algún papelito o mensaje con apuntes generalmente tratan de taparlo, recelosamente acarician esa parte, como por ejemplo hoy que veía una alumna con los brazos extendidos todo el rato, cuando me acerqué desde atrás comprobé que manipulaba el cierre de su mochila colgada en la silla delante de ella. Estaba de hecho abierta pero no había aún algún cuaderno abierto o algo digno de sancionar así que  solamente opté por alejar la mochila del alcance de sus manos. Ni siqueira preguntó el por qué.
Sin embargo también cometí un error: una alumna cubría su mano izquierda con sospechosa actitud tan sospechosa como cuando te miran cada 3 segundos para chequear si estás mirando o no.
Si el movimiento de manos delata, la mirada delata aún más: cuando pasan la vista por ti para comprobar si estás mirando no tienen una expresión tranquila en el rostro, se ven nerviosos, estresados y hasta tristes.
A veces hasta parece que el propio cuerpo quisiera terminar el suplicio comunicandote el mensaje "ya píllame de una vez, quiero irme de aquí", pero no, están ahí forzando sonrisitas, pero en menos de 3 segundos vuelven a mirarte. Si pretendes distraerte y caminar un poco por la sala puedes apostar que si mirada te seguirá, casi acechando, como un tigre tras su presa.
Cuando por alguna razón te distrae o la usas como excusa para fingir que te distraes aproechan de cometer su "ilítcito". El caso que sorprendí hoy fue de una que miraba a su palma cada vez que yo no la estaba mirando. Me acerqué y le pedí que muestre su mano, con rapidez soltó algo, pero me mostró la mano, palma limpia, depos prístinos. No había nada. Me retiré y seguí explorando los otros "focos de sospecha" (tras una media hora de iniciada la prueba ya un profesor tiene claro quien está realmente intentando recordar y concentrarse y quién está tratando de copiar y conseguir ayuda.
Y ahí caí en la cuenta de mi error: no haberla hecho levantarse, ahí habría caído el papelito que soltó cuando le pedí me mostrara la mano...














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